Fui al mercado de pájaros / y compré pájaros / Para ti, mi amor / Fui al mercado de flores / y compré flores / Para ti, mi amor / Fui al mercado de chatarra / y compré cadenas / Pesadas cadenas / Para ti, mi amor / Después fui al mercado de esclavos / Y te busqué / Pero no te encontré, mi amor (Jacques Prevert) |
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Hombres profeministas en la Historia
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François Poulain de la Barre |
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François
Poulain de la Barre
Convencido de la injusticia de la desigualitaria condición
en que se encontraban las mujeres, escribió numerosos textos en
defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. Simone de Beauvoir le cita
en "El Segundo Sexo": "Todo lo escrito sobre las mujeres por los
hombres debe ser sometido a sospecha, ya que son a la vez juez y parte".
Heinrich Cornelius Agrippa von Nettesheim
Autor del libro Declamatio de nobilitate et praecellentia foeminei
sexus (1529) en el que no sólo defiende la igualdad de la mujer
sino también la superioridad de ésta en muchos aspectos.
Es evidente que este sexo no es incapaz de llevar a cabo los asuntos
más arduos y difíciles, hasta que tiranía de los hombres
usurpa la potestad sobre todos los negocios, y leyes injustas, costumbres
absurdas y una educación enfermiza restringe sus libertades. Ahora
una mujer (como si sólo fuera el pasatiempo de las horas ociosas de
los hombres, o una cosa hecha simplemente para que triviales cortesanos le
digan sus insensatos cumplidos) es desde la cuna encerrada en el hogar, y
como si fuese incapaz de cualquier actividad más noble, reducida a
hacer punto, tejer o practicar solamente las pequeñas curiosidades
de la aguja. Y cuando llega a años más maduros, es entregada
a la tiranía de un marido celoso, o encerrada en un convento de monjas;
todos los oficios, públicos le son prohibidos por las leyes, y no
puede actuar legalmente en su propio nombre, por prudente que sea. No puede
ejercer jurisdicción alguna, ni firmar contratos sin permiso de su
marido... Y, contra la escritura, la han negado predicar la palabra de Dios...
Es tanta la maldad de los legisladores que han dicho que la mujer, de gran
nobleza por natural excelencia y dignidad, sería de condición
más vil que todos los hombres... Por medios indignos y predispuestos
contra ellas son obligadas a ceder el lugar a los hombres, como los cautivos
desgraciados capturados en la guerra, sometidos a los insultos de sus conquistadores,
no ya por ninguna razón natural o divina, ni por necesidad alguna,
sino sólo por la fuerza de la costumbre, de la educación,
de la suerte o de tiránica ocasión.
La satisfacción orgullosa que infunde la posesión
del poder, el interés personal que hay en ejercerle, no son, en
el dominio de la mujer, privilegio de una clase: pertenecen por entero
a todo el sexo masculino. No hay pues manera de alegar la existencia de este régimen
como argumento sólido en favor de su legitimidad; lo único
que puede decirse es que ha durado hasta el día, mientras otras instituciones
afines, de tan odioso origen, procedentes también de la barbarie
primitiva, han desaparecido; y en el fondo esto es lo que da cierto sabor
de extrañeza a la afirmación de que la desigualdad de los
derechos del hombre y de la mujer no tiene otro origen sino la ley del más
fuerte. Lo que se llama hoy la naturaleza de la mujer, es un producto eminentemente artificial; es el fruto de una compresión forzada en un sentido, y de una excitación preternatural en otro. William Moulton Marston William Moulton Marston (1893-1947), psicólogo y abogado estadounidense, teórico del feminismo, inventor de un detector de mentiras, ensayista y educador, su más memorable legado es un personaje de cómic, “Diana, la mujer maravilla”. “Ni siquiera las chicas querrán ser mujeres mientras nuestro arquetipo de mujer carezca de fuerza y poder. El remedio obvio es crear un personaje femenino que posea la fuerza de un superhombre y la gracia y encanto de una mujer”, escribió en 1943. Sin embargo, su personaje, considerado por Gloria Steinem -veterana feminista de Estados Unidos- como un modelo para las niñas, siempre ha tenido más de un 90% de lectores masculinos. William Thompson William Thompson (1775-1833) , irlandés, líder del movimiento cooperativista inglés, procedía de una familia de clase media. Tuvo grandes influencias de las obras de Robert Owen, William Godwin y de la mujer de éste, la feminista Mary Wollstonecraft. Una de sus primeras obras, la “Investigación sobre la Distribución de la Riqueza” (Inquiry into the Distribution of Wealth), era una crítica al capitalismo del siglo XIX y a la desigualdad. Sin embargo, Thompson no solo argumentó a favor de los trabajadores sino también a favor de la igualdad entre los sexos. Thompson tomó su postura más radical en “Appeal of One Half The Human Race, Women, against the Pretensions of the Other Half, Men, to retain them in political, and thence in civil and domestic slavery”,1825 (La demanda de la mitad de la raza humana, las mujeres contra la pretensión de la otra mitad, los hombres, de mantenerlas en la esclavitud política y, en consecuencia, civil y doméstica). La obra fue escrita por él, pero hoy está reconocida la coautoría de la que fue su compañera sentimental durante algunos años, porque él mismo declara en el prólogo que se ha limitado a poner por escrito lo que había sido el fruto conjunto de sus conversaciones y su convivencia cotidiana. El libro de William Thompson y Anna Wheeler ha sido traducido al español en el año 2000 (por Ana de Miguel y editado en 2000 por editorial Comades, Granada). Muestra cómo hombres y mujeres en el siglo XIX cooperaban desde el punto de vista teórico para tratar de comprender dos cuestiones relacionadas: uno, cómo se legitimaba teóricamente la sociedad patriarcal y dos, para tratar, por supuesto, de desarticular esta legitimación y fundamentar las reivindicaciones prácticas para una sociedad igualitaria desde el punto de vista sexual. Francisco Ferrer i Guàrdia Francisco Ferrer i Guàrdia (1859-1909), creador de La Escuela Moderna en Barcelona a principios del siglo XX. Ferrer condenaba cualquier tipo de violencia y siempre declaró que la emancipación de las personas y los pueblos sólo podría darse auténticamente a través de la educación. A pesar, o tal vez por pensar así, fue acusado de incitador de los disturbios de la Semana Trágica de Barcelona y en un juicio sin pruebas fue condenado y fusilado en Montjuich, el 13 de octubre de 1909. La Escuela Moderna está considerada la primera escuela que implantó en España la coeducación sin distinción de sexos o de clases. La Escuela Moderna se aparta del dogmatismo religioso y pretende una educación basada en el laicismo y el humanitarismo. Todas las disciplinas de la Escuela Moderna son científicas, buscando la educación sexual (tema tabú) y el trabajo manual entre chicos y chicas sin discriminación. Cuando se abre la Escuela Moderna cuenta con 30 alumnos, 18 niños y 12 niñas. Con posterioridad irá creciendo. Colaboraron con la Escuela Moderna personajes como Odón de Buen o Anselmo Lorenzo. También se daban textos de destacados pensadores libertarios: Élisée Reclus, Sébastien Faure, Charles Malato, etc. Un libro muy del gusto de la Escuela fue el de Jean Grave "Las aventuras de Nono". Este cuento destinado a los niños intentaba hacer ver desde un plano ético la injusticia de la desigualdad. |